Rayssel Cruz es uno de los actores que con más frecuencia vemos en los espacios de nuestra televisión, sobre todo en los dramatizados, donde ha dejado sus huellas gracias a disímiles personajes que ha encarnado, demostrando su histrionismo en el mundo de las cámaras, siendo capaz de ser amado u odiado según el rol que esté asumiendo en cada uno de sus trabajos. A pesar de su juventud cuenta con un amplio currículum actoral, el cual se ha extendido al cine y al teatro, en el este último lo hemos visto por estos días presentando la obra Fátima y el Parque de la Fraternidad, con la cual se ganado los aplausos del público, que reconoce que está en presencia de un actor todo terreno.
Con Ray Cruz estuvimos conversando para una entrevista a la que accedió muy gentilmente, a continuación, les presentamos sus consideraciones acerca de su carrera profesional, proyectos futuros y otras aristas de interés.
La puesta en escena de Fátima y el Parque de la Fraternidad transita con buena aceptación en el público y en los especialistas ¿Cómo llegas a esta obra y qué ha significado en tu carrera?
A Fátima llego hace dos años, por un pedido de otro actor que dirigió la obra, era un proyecto muy bonito, estábamos en pandemia y los artistas teníamos muchos deseos de hacer cosas. El personaje me fascinó, me encantó, yo también llevaba años intentando hacer un monólogo, pero en realidad no me había encontrado un texto que me gustara del todo, por lo que era algo me debía.
Ha significado mucho, la vez pasada hice una temporada de un mes y un poco más y fue muy buena, pero en esta ocasión en que la puesta es diferente, dirigida por Claudia Zaldívar y por mí, mucho más personal e intensa, tuvimos un éxito total con personas sentadas en el piso en casi todas las funciones, en las que las entradas se vendían el martes a los 2:00pm y desde el lunes por la noche ya había personas en la cola. Eso conlleva una gran responsabilidad, que todas esas personas estén tantas horas ahí para verme y que el resultado sea positivo, ha sido algo muy grande para mí.
En teatro coleccionas experiencia en varias obras como Chicago, Plácido y Cabaret. ¿Qué sensaciones se experimentan al término de cada función con el aplauso del público? ¿Cuán reconfortante es esto para un actor?
No es un secreto que el teatro no es bien remunerado, pero no en Cuba, en ningún país del mundo, y uno lo sigue haciendo por la confrontación tan linda que tiene con el público, no hay nada más estimulante que los aplausos finales, saber que empieza la obra y que dentro de una hora eres el único que puedes dominar todo eso, es incomparable con cualquier otra sensación. Ya el aplauso final, las sensaciones, los “bravo”, el que la gente te espere afuera, vale lo que quizás no te rembolsa en efectivo, pero esto lo equilibra un poco. En el caso del personaje de Fátima tiene mucha confrontación en un momento con el público, y en medio de la función la gente aplaude tres, cuatro o hasta siete veces por escenas que les gusta y eso es muy bonito, tengo la dicha de estar viviendo esa sensación con Fátima.
Actualmente la televisión cubana transmite la novela El Derecho de Soñar donde interpretas a Igor. Háblanos de este personaje y de cómo fue el acercamiento
Alberto Luberta, que es un buen amigo y un excelente director me escribe y me propone un personaje de época para su novela dedicada a la radio. Además, me manda otros dos guiones para la parte actual y entre ellos está Igor, cuando lo leí le dije que tenía que ser ese, porque tenía mucho enfrentamiento con la protagonista, con la que todavía no se ha deslumbrado del todo lo que va a pasar. Igor es un personaje lleno de matices, donde tiene cosas muy buenas y otras no tanto, eso poco a poco se irá descubriendo en el transcurso de la novela. Yo estoy muy feliz con lo que está pasando, con la reacción de las personas y la intriga que está creando, porque además con los muchachos con problemas es una excelente persona, tiene una mujer que ama, una hijastra que adora, y hay una relación con Daniela que no se conoce, pero es muy turbia, y va a desenlazarse en el conflicto principal en algún punto de la novela.
Viajemos en el tiempo, al 2011, año en que se estrenó la serie Adrenalina 360, aunque ya habías participado en otros proyectos, esta propuesta televisiva fue la que te dio a conocer en el público con el personaje antagónico de “Lachi”. ¿Cómo recuerdas aquella etapa?
Adrenalina fue lo primero de peso que yo hice en la televisión, con un personaje maravilloso que se llamaba Lachi. Es uno de los que más he disfrutado, quizás porque estaba muy verde en la actuación en aquel entonces. Todo el mundo era su personaje todo el tiempo, nos compramos patinetas, patines, yo era como el “malito” de la serie, el que le daba “chucho” a todo el mundo, sobre todo al personaje de Carolina, porque en la serie tenía que hacerlo. Nosotros vivimos eso quizás desde nuestra ingenuidad actoral como unos muchachos que lo estaban pasando bien y divirtiéndose mucho. A modo de experiencia personal estoy muy contento con ese personaje, muchos directores empezaron a llamarme a raíz de esa serie.
Luego de haber interpretado varios personajes negativos en otros espacios como la telenovela Playa Leonora, llega Latidos Compartidos con un papel totalmente distinto a los anteriores. ¿Significó un reto interpretar a “Miguelito” y de la relación de trabajo con Yaremis Pérez?
Miguelito es un personaje que yo haría toda la vida, esto lo he comentado muchas veces con Yaremis. Además, ella y yo tenemos una complicidad y una química muy fuerte que se hace evidente en pantalla, no solo en ese personaje, sino en Pensando en 3D, el programa que hacemos los sábados. Yaremis y yo a veces no tenemos ni que hablar, solo con mirarnos ya sabemos lo que estamos pensando, es una cosa impresionante. En la preparación de esos personajes nos dejamos llevar y tratamos de hacerlo desde la sinceridad, a partir de ahí fueron creándose cosas, pero yo te digo que actualmente a mí nadie me identifica en la calle por otro personaje que no sea el del guajiro, y ya Yaremis le sucede lo mismo. Son personajes que han calado en la población y ese es el resultado más importante.
La novela terminó, pero Ray y Yaremis continuaron interpretando a los simpáticos “Guajiros de Potrerillo” en el programa humorístico Al Habla con los Muertos, ¿Qué ha significado para ustedes esta nueva oportunidad de trabajar juntos encarnando los mismos personajes?
Para nosotros hacer Al Habla con los Muertos fue maravilloso, era algo que siempre tanteábamos hacer después de la novela, y como Amílcar Salatti era uno de los guionistas se lo comentábamos. Pasa el tiempo y de pronto se presenta el proyecto, se logró hacer, y nosotros nos divertimos mucho con un equipo maravilloso bajo la dirección de Luberta, y ya te digo, es algo que Yaremis y yo haríamos toda la vida, ponernos mayores en pantalla haciendo esos personajes. Terminamos de grabar hace dos meses y ya los extrañamos, ojalá podamos hacer más temporadas, sé que la gente lo está esperando con ansias.
Ya hablabas del vínculo con Yaremis en la conducción del espacio Pensando en 3D, ¿qué ha representado para ustedes ser los presentadores de un programa tan cargado de información cinematográfica?
Nos ha servido de mucho, porque independientemente de que nos guste el cine nos ha dado muchísima información, y cada día aprendemos más. El equipo de 3D es maravilloso, desde su director, la codirectora, los cámaras, todo en general. Nosotros nos reunimos una vez a la semana o una vez al mes y hacemos varios programas, pero cuando nos reunimos es de verdad, Yaremis y yo nos ponemos al día, y como nosotros todos los integrantes del colectivo, entre col y col grabamos los programas que tocan, a veces grabamos hasta seis en una sola sesión, pero nos divertimos mucho, cuando las cosas se hacen así tienden a salir bien. Hay buena energía, buena dinámica, todos nos respetamos y eso es fundamental.
¿Y la música?
Eso es algo que todos me preguntan, a mí la música me encanta, es una válvula de escape para mí, siempre he dicho que es como el lugar por donde puedo volar de verdad, la actuación es lo que más me gusta, pero ahí siempre hay alguien detrás de ti dirigiéndote, en la música estás en un estudio y puedes echar a volar tu imaginación, eso me encanta, también tienes la libertad de escribir tus propias letras. Hay cosas pendientes, yo tenía un grupo que se llamaba I Love que se desintegró, ahora tengo un par de colaboraciones pendientes, no puedo decir mucho porque no están concretadas, pero ya te digo, me gusta ahora mismo como hobby, no para dedicarme a ella de manera profesional, tengo ahora por suerte muchísimo trabajo como actor y quiero canalizar toda mi energía en eso, sobre todo en este monólogo de Fátima que me exige bastante, al que no le puedo perder ni pie ni pisada, tengo que estar muy enfocado, y la música es eso, una vía de escape.
Volvemos a la escena para hablar del “Profe Manuel” en Entrega, ¿se puede decir que representó un antes y un después para ti como actor?
Sí, Manuel totalmente fue un antes y un después, yo creo que la novela Entrega también, pues hubo como una temporadita en que las novelas no se llegaban a concretar del todo. Esta con un tema súper interesante, con un profesor que no era prefecto y eso caló en la sociedad. Fue una novela muy polémica, pero para bien, una gran oportunidad para mí porque mi personaje estaba en todos los capítulos y en muchas escenas, fui guiado gracias a Luberta y a Doimeadios, que fue el director de actores y estoy muy agradecido por su ayuda. Esa novela me cambió la vida porque a partir de ese momento las personas me identificaron por mi nombre, y como un actor más de la televisión.
¿Cómo valoras el hecho de haber formado parte de la serie Lucha Contra Bandidos en su primera temporada?
A mí me encantó ser parte de Lucha Contra Bandidos, me gustaba mucho eso de irnos a grabar lejos de La Habana, también que algunos de los personajes que interpretábamos eran reales, además de un guion espectacular. Ese hecho de irnos al campo a grabar, sucios, llenos de bichos, de mosquitos, todo eso le aportaba a aquello un realismo que yo creo que funcionó muy bien. Fue una serie muy buena, las dos temporadas, yo solo participé en la primera porque para la segunda no me encontraba en Cuba, pero fue una serie que me encantó.
Has incursionado en personajes negativos, positivos, con contrastes, ¿Cuánto sacrificio requiere afrontar papeles diferentes, muchas veces en un lapso de tiempo corto?
Yo no paro de estudiar, mucha gente me pregunta eso, ahora por ejemplo estaba grabando la tercera parte de Calendario a la par de Igor, eso coincidió, y yo sé cómo quitarle el plug en mi cabeza a un personaje y ponérselo a otro, son dos totalmente diferentes, pero como estudio mucho tengo las cosas muy claras, y también me ayudo con elementos de vestuario que me hacen sentir en cada uno de los personajes, desde la música asociada al mismo hasta un fondo de pantalla en específico, trato siempre de definir las cosas.
Muchos actores prefieren los personajes negativos porque sienten que los pueden hacer crecer más en escena, ¿es tu caso?
Los personajes negativos tienen su particularidad interesante, pero no es que los prefiera, yo prefiero personajes que estén bien escritos. Todos los personajes negativos tienen cosas positivas y los positivos aspectos negativos. Eso pasó con Manuel en Entrega, que era un profesor que tenía una esposa, pero de pronto tenía una amante, hubo un capítulo incluso en el que estaba con tres mujeres, y la gente decía que no estaba bien que pusieran a un profesor de historia así, nosotros defendimos esa idea porque nadie es perfecto y tenía que verse. Por eso te digo, si los personajes están bien escritos yo los asumo de esa manera, y si no lo están me pongo a buscarle esas cosas que pueden hacerlo interesante, si es bueno hasta qué punto lo es, tiene que tener una arista de algo raro para que no sea un personaje blanco o negro, me gustan los personajes que estén bien escritos.
A través de la película Inocencia conocimos más a fondo sobre el triste suceso del Fusilamiento a los Ocho Estudiantes de Medicina, ¿Cómo viviste el proceso de rodaje de este filme que impactó tanto en la población cubana?
Fue muy interesante porque a pesar de que en la escuela nos lo cuentan, vivirlo ahí, ver los sucesos reales de un hecho como ese que está en la historia de nuestro país es impresionante. Ese personaje que me dieron fue muy interesante porque era un muchacho joven que tenía que recibir órdenes de los españoles, pero comprendía perfectamente el todo el error que se estaba cometiendo con esos muchachos. Yo me sensibilicé mucho con la película, y su director Alejandro Gil fue el responsable de hacernos conscientes de que era una película histórica que se pondría todos los 27 de noviembre, y esa responsabilidad estaba sobre nuestras espaldas, lo que saliera ahí iba a tener una repercusión muy grande que aún puede ser mayor con el paso de los años. Por eso teníamos que asumir esos personajes con la mayor dignidad y respeto posible, y eso se logró en gran medida gracias a Alejandro Gil que estaba bien metido en la historia y nos sensibilizó mucho a todos.
Formas parte del Proyecto de Desarrollo Local La Fela, presentando diversas actividades que han realizado en escuelas y en la propia sede del proyecto en Luyanó. ¿Cómo te sientes formando parte de ellos?
Ellos son una gran familia, yo no puedo estar en un lugar mucho tiempo sin que me lleve bien con las personas de ahí. Su director Hanoi Aguiar es un tipo espectacular, preocupado de verdad por el barrio, por la inserción de toda la comunidad, porque los muchachos puedan tener inclinaciones artísticas, es real, lo he vivido, y trabajo por la noche en el cabaret que él hace ahí, pero también hago todas estas actividades, ahora mismo vamos a hacer Fátima en un teatro que está al doblar de La Fela en la Calzada de Luyanó, el teatro de la CTC, y es una actividad prácticamente comunitaria. Yo estoy encantado con ese proyecto, me ha demostrado que ha ayudado a muchísimas personas, si viene alguien que está interesado en cantar Hanoi le da la oportunidad de probarse, pero siempre a partir de la gente en el barrio, que para mí es fundamental, no tener que rescatar personas de otros lugares cuando tienes una localidad en la que puedes encontrar muchísimo talento, de eso se ha encargado La Fela.
¿Tienes algún personaje en especial que no hayas interpretado y que te gustaría hacer?
Hay muchos personajes que me encantarían hacer que no he hecho, pero estoy contento, muy feliz con lo de Fátima, ese proyecto me tiene enamorado. En teatro me gustaría hacer algo de Shakespeare, pero estoy feliz con lo que ha tocado y creo que me van a seguir tocando otros personajes más interesantes, me he movido en esa dinámica y muchos directores me llaman para personajes raros, y me encanta que así sea.
Proyectos futuros.
Terminé la segunda temporada de Al Habla con los Muertos, no sé cuándo saldrá, pero ya está grabada, terminé también la tercera de Calendario con un personaje maravilloso, el padre de una niña que entra al aula. Por ahora como te decía estoy enfrascado en el proyecto de Fátima que es lo me está quitando el sueño para suerte mía.
REDES SOCIALES
¿Qué papel juegan estas plataformas en tu proyección cotidiana?
Las plataformas ahora mismo juegan un papel fundamental, yo prácticamente no uso Facebook, lo que uso es Instagram y bien poco, algo más en los últimos tiempos porque se ha vuelto necesario, lo uso sobre todo para promocionar trabajos, para que la gente vea en que proyecto estoy, o sea, lo uso básicamente para trabajo.
¿Te ha resultado positiva la experiencia de proyectarte en ellas?
Sí, ha sido positiva, sobre todo cuando uno es sincero y la gente lo nota, cuando uno contesta los mensajes, cuando hace un audio a personas que te ven en las redes, eso es importante porque la gente ve que eres real, ve que eres sincero y son esas personas que al final te están apoyando todo el rato.
¿Animarías a tus colegas a trabajar seriamente su comunicación por estas vías?
Yo los animaría en cuanto a que sea una cuestión laboral porque te abre muchas puertas, ahora, respeto el criterio de cada cual, todos los excesos son malos. Yo con lo que publico estoy conforme, pero estoy hablando por mí, creo que son muy necesarias para el trabajo, para otras cosas puede que también, pero como no la uso en otras funciones no sé, sí se las aconsejo a mis compañeros en cuanto a eso.
LA TAC DE LYM
¿Cine o teatro?
El cine y el teatro tienen su magia por particular, el teatro es como lo efímero, lo que ves al momento, cada función es diferente, no hay una que se parezca a la otra, mientras que el cine es todo lo contrario, es la posteridad, algo que puedes ver toda la vida, y las dos cosas tienen lo suyo.
¿Actuar o dirigir?
Actuar, respeto mucho la dirección, yo me siento como pez en el agua actuando, dirigiendo aún no.
¿Cerveza o Whisky?
Depende del clima, si hay calor una cerveza fría no está nada mal, pero si hay frío un whisky tampoco está nada mal.
¿Te gustan más los héroes o los villanos?
De gustarme me gustan más los villanos, pero hay héroes que sea las traen, y ahora con esta historia que de pronto los héroes no son tan héroes y los villanos no tan villanos, esa me gusta más que todas.
¿Cómo crees que te describirían tus amigos?
Creo que me describen como alguien hiperactivo, alguien que no se cansa de trabajar, que siempre está activo, creo esa es una de las cosas que siempre se dicen de mí.
¿Perro o Gato?
Gato.
Instagram o Facebook
Instagram.
Si fuera tu último día con vida ¿Qué comerías?
No sé si comería, saber que es tu último día es algo complicado, comería algo muy sencillo
¿Regalar o que te regalen?
Las dos cosas tienen lo suyo, a mí me gusta regalar.
Un consejo a quien te lee
Que luchen, que las cosas llegan, todo con esfuerzo y dedicación llega. El otro día leía a una psiquiatra española y decía que llevaba muchos años investigando qué era la suerte, y leyó una frase de Séneca que creo que lo que lo resume y le puede servir a mucha gente: “La suerte no es más que hacer coincidir la preparación con la oportunidad”, cuando te llega la oportunidad si no estás preparado no vas a tener esa suerte. Es lo que les puedo decir, hay que prepararse cada día, estudiar y superarse para que cuando llegue esa oportunidad todo salga bien.
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