por: Noel David Suárez

Yasmina Iglesias es directora y conductora de espacios en la Televisión Cubana. La vemos, con mayor sistematicidad, en la programación del Canal Caribe, también conocido como el Canal Cubano de Noticias.

Su carrera en los medios masivos de comunicación es fruto de un largo y sacrificado camino. Disímiles cualidades tales como esfuerzo, estudio, constancia y una capacidad inquebrantable para la reinvención, la han situado como una de las líderes del ya mencionado canal, desde la dirección de la revista informativa En Tiempo Real, la cual se transmite en horario vespertino.

De sus inquietudes y retos profesionales conversamos con esta manzanillera (dícese de los nacidos en el municipio Manzanillo de la oriental provincia de Granma) que tiene la convicción de que le queda muchísimo por aprender y tantísimos retos que superar:

¿Cuáles fueron los elementos conductores hacia el vínculo entre Yasmina y los medios de comunicación?

En mi casa siempre se hablaba de la radio, pues mi mamá cuando adolescente tuvo vínculos con la emisora que en aquel entonces se llamaba Radio Manzanillo. Ella siempre quiso ser artista, pero al final por prejuicios existentes en aquella época no lo consiguió. Mi interés por los medios comienza cuando empiezo a estudiar en el Preuniversitario, porque coincido con algunos compañeros que pertenecían al programa Encuentro Juvenil, que estaba de moda en aquel entonces en la parrilla radial de mi provincia, y aún en la actualidad sale al aire. A mí me llamó mucho la atención el estilo del mismo, mucho más para pertenecer a un grupo de amigos que para realizar programas, es decir, fue más bien una cuestión de embullo, pero una vez que entré a la cabina de radio sentí que había encontrado mi lugar en el planeta.

A partir de ese momento comencé a implicarme en el tema de la realización radial, y pasé de ser la muchacha que llegó con 15 años a dar la hora y los saludos a ser la directora del programa.

Ese largo tiempo de aprendizaje fue el que me hizo ver que la radio era mi destino, hasta que quise hacer televisión y comencé a prepararme para las pruebas de la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), que en aquel momento era el ISA, y se estudiaba en Tele Cristal en la ciudad de Holguín.

Esos fueron mis primeros andares por los medios de comunicación, tanto en la radio como en la televisión.

¿Qué herramientas considera usted imprescindibles a la hora de ejercer un buen proceso comunicativo?

Para ejercer un buen proceso comunicativo, lo primero que se debe hacer es conocer las características del medio en el que te vas a desenvolver, porque cada uno tiene un lenguaje y determinados recursos que hacen que la comunicación sea o no efectiva. Debes conocer a quién le vas a hablar y tener claro cuáles son las ideas que quieres comunicar. Esos tres elementos son esenciales para que un mensaje pueda llegar, y a la misma vez estar listo para que regrese a tí con el análisis de quien lo recibe, que es una persona que también interactúa contigo y te dará su punto de vista.

Sus primeros retos profesionales fueron en su natal Manzanillo, ¿cómo los recuerda y cuánto han influido en la Yasmina que vemos hoy en los Medios Nacionales?

Mucho tiene que ver Manzanillo en mi desempeño profesional en la actualidad. Mi paso por la radio de allá desde los 15 años constituyó un gran entrenamiento de cara al futuro, porque al ser una radio comunitaria había que hacer de todo, desde guiones, locución, dirección, aprender a hacer sonidos con pocos recursos, factores que hicieron crecer mi creatividad.

Manzanillo es una ciudad con una rica tradición radial, artística y literaria, y todo ese entorno también fue un referente al estar en una emisora y coincidir con artistas que venían con otras formaciones como la lectura y la música. Hubo una feliz coincidencia entre tendencias como el son más tradicional, desde la creación de la emblemática orquesta La Original de Manzanillo, de escuchar los temas de Bola de Nieve, de Silvio, Pablo, Carlos Varela, Los Beatles, es decir, fue una plaza importante para mi formación, en la que estuve hasta los 24 años. A esa edad me fui a Bayamo, debido a que Manzanillo en aquel momento no tenía Tele Centro, y ya en aquel entonces estaba graduada del ISA y quería aprender a hacer televisión.

Con todas esas herramientas iniciales he ido transitando mi vida. Gracias a lo que aprendí en Manzanillo y a los elementos culturales adoptados de mi familia, que se han ido enriqueciendo con las particularidades de cada lugar en que he estado, además de las personas que vas conociendo en el camino, que te van dejando también parte de esas vivencias, de esas lecturas y de la manera en que ven el mundo.

El espacio de entrevistas Deudas fue el primero en contar con su presencia en Televisión Nacional, ¿cómo llega a él?

Al programa Deudas llego también por Manzanillo, porque fue un proyecto creado por un grupo de allá. Era un programa para hablar sobre esas deudas que siempre vas a tener con ese lugar al que quizás no has vuelto, pero que siempre va andar contigo y que vas a llevar junto a tí en cualquier lugar del mundo.

Ese programa tuvo mucha aceptación. Pasado un tiempo me invitan a que lo conduzca, el espacio se trasladaba por varias provincias de Cuba y en esa ocasión fue a Bayamo con motivo de la Fiesta de la Cubanía, por lo que me proponen que asuma la conducción allá y entreviste a algunos creadores en conmemoración a esta fiesta.

La conductora habitual del programa hasta ese momento tenía otro proyecto de vida y no iba a seguir en él, fue entonces cuando su director Ernesto Bosch, manzanillero también, me propone asumir las demás grabaciones, y por supuesto que acepté, sabiendo que eso traería consigo el compromiso de venir a grabar a La Habana, y me haría estar viajando constantemente a la capital.

Deudas fue también un parteaguas, el que me hizo plantearme que no iba a soportar todos esos viajes durante el año, ese ritmo de vida, y evidentemente fue uno de los principales impulsos para que me asentara aquí en la ciudad de La Habana a realizar el programa.

El Canal Cubano de Noticias tiene la dicha de contar con su presencia ejerciendo tareas de presentadora y como conductora de programas, ¿cuándo se produce su entrada a este canal de corte informativo?

Cuando decido venir para La Habana dejo todos los programas de televisión que tenía en Bayamo, donde viví gran parte de mi vida y realicé todo tipo de espacios, desde musicales, infantiles y revistas informativas. Dejo todo eso apostando por la realización del programa Deudas y sucede que deja de salir al aire, y eso evidentemente me hizo reconstruirme, ya los planes no me habían salido como los tenía pensado.

Por esa época, 2017, se crea el Canal Caribe, justamente yo estoy llegando a La Habana a finales de ese año y en marzo ya estaba al aire el canal y estaban buscando personal, por lo que llego, presento mi curículum y me piden que me sume como parte de sus presentadoras. Desde ese entonces comienzo a ejercer varias funciones en el horario nocturno presentando los noticieros de cierre y otros segmentos.

En Tiempo Real constituye el gigante informativo del Canal Caribe ¿es un reto para Yasmina ser su principal conductora?

La revista En Tiempo Real surge poco después de la creación del canal, la cual comenzó teniendo una hora y media de transmisión y posteriormente pasó a tener dos horas y media, y a transmitirse todos los días de la semana. Tuve la suerte de ser una de sus fundadoras y estuve haciéndola durante mucho tiempo, en el que realicé coberturas imprevistas desde golpes de estados, transmisiones especiales, así como coberturas de temporadas ciclónicas. Ha sido la posibilidad de vivir experiencias intensas que aportan mucho a la carrera profesional y a la formación como ser humano.

Actualmente soy la directora general y conductora del espacio, que incluye invitados, desarrollo de temas importantes y coberturas de eventos. Por supuesto que tenemos el deseo de mejorar su estructura, y en eso estamos trabajando.

¿Cuánto modifica la vida, el asumir las dinámicas de un programa informativo totalmente en vivo?

En Tiempo Real forma parte de mi desarrollo profesional, pues simultáneamente estaban pasando otras cosas en mi vida, por lo que existen determinados momentos en los que uno tiene que reajustarse. Dirijo también el programa En Redes de Cubavisión, que tiene que ver con el estudio de las redes sociales y me exige consumir otros contenidos a los que nunca pensé llegar, pero tengo que estar al tanto de las nuevas tendencias e influencias, lo que hace que esté revisando constantemente esos asuntos.

Podría decirte que no solo por En Tiempo Real, sino esta etapa de radicarme en La Habana ha sido un proceso de adaptación total a la distancia, a los modos productivos que difieren mucho de los que yo conocía en mi provincia con menos recursos, y aquí se necesitan otros elementos desde el punto de vista del rigor y la producción, y llevar todo eso a la vez me ha sido difícil. Todo ha estado en el mismo espacio y he tenido que repartirme para cubrirlos de manera eficiente.

Yasmina Iglesias en tres palabras

Yo te diría que la primera que ha marcado mi vida ha sido el estudio, soy muy estudiosa, me gusta mucho indagar en lo que no conozco. La segunda sería la constancia, hay que ser insistente en cada proyecto, en cada idea, y la tercera ha tenido que ser la reinvención, o sea, estar listo para adaptarte y reajustarte a nuevos escenarios, a nuevas plataformas, a lo que creíste que iba a ser de una manera, y que tal vez cuando lo estés logrando ya no funciona así, entonces tienes que volver a planteártelo desde el inicio, y el ciclo vuelve una y otra vez, y más allá del resultado es disfrutable el camino, lo que vives y haces día a día, es realmente lo que más disfrutas de todo ese proceso.

Más allá del trabajo, ¿Qué disfruta Yasmina Iglesias?

Disfruto mucho las reuniones con amigos, me encantan las salidas, visitar lugares, es algo que me apasiona. Me gusta mucho el teatro, las historias que narran, las puestas en escena de los actores, es algo que también disfruto mucho de La Habana, la programación teatral que tiene. Y por supuesto, disfruto muchísimo el tiempo que paso junto a mi familia, a mi hijo, ese tiempo en familia es muy especial.

Según su visión, ¿cuáles son los puntos en común entre periodismo y locución?

Periodismo y Locución tienen muchísimos puntos en común, y cada día convergen más el uno con el otro.  Ese es un proceso que debemos entender, porque cada vez nos parecemos más, y debe existir la voluntad de aceptarlos desde el rol que estemos desempeñando. Si te pones a ver, las principales preguntas que tiene el periodismo para contestar y que permiten informar, (¿Quién?, ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Por qué?)  son también las que hace un locutor cuando te va a presentar un suceso, cuando va a entrevistar a alguien.

Yo pienso que el acto de comunicar, de decirte algo, es justamente contarte, explicarte determinados sucesos y darte participación en los mismos, por eso pienso que poco a poco se están desdibujando esas fronteras que nos pusieron en un inicio.

Los cursos de postgrado de periodismo y comunicación constituyen una excelente oportunidad para aquellos graduados de otras carreras que se sienten motivados por este interesante mundo. ¿Qué importancia le atribuye usted a los mismos?

Para mí son importantísimos. En mi caso, mi carrera es Licenciatura en Medios de Comunicación Audiovisual, cuando yo me gradué no llegó Periodismo, entonces tuve que cubrir con varios de esos cursos toda esa formación que no recibí en la universidad. El Instituto Internacional de Periodismo es uno de mis lugares predilectos de La Habana, prácticamente matriculo en todos los cursos. Gracias a las herramientas que he obtenido ahí he logrado una independencia total, por ejemplo, los cursos de periodismo móvil impartidos por el profesor Sabdiel, han sido extraordinarios porque me han dado una mayor libertad en cuanto a la creación, la edición periodística y la producción de contenidos en las redes, aspecto que para mí es muy importante para el trabajo que llevo en la actualidad.

Hablemos del programa En Redes, ¿cómo surge la idea de su creación y cómo llega usted a su dirección?

El programa En Redes es una obra por encargo, llega a mí por la necesidad de realizar un programa que tenga que ver con las redes sociales. Yo estaba en los cursos del Instituto, y estaba también llevando algunas redes del Canal Cubavisión y el Canal Caribe, por lo que pensaron en mí para que dirigiera este proyecto. Inicialmente se pensó para Canal Caribe, pero finalmente fue Cubavisión quien lo asumió, ahí jugó un papel importante en concretar todos esos ingredientes Gustavo Sánchez, actual presentador y guionista del programa, porque a través de sus conocimientos sobre el mundo de las redes pudo crear el espacio y darle forma según las tendencias y las principales prácticas en redes sociales.

El programa ya va para tres años, en los que ha ido creciendo paulatinamente y nosotros con él, porque no conocíamos mucho del manejo de las redes y a partir de su puesta en pantalla tuve que empezar a estudiar esas temáticas.

Por los tiempos complejos que corren hemos tenido que ir modificando la manera de realización. Tengo la gran satisfacción que muchos de los segmentos que tiene el programa en la actualidad han sido propuestos por mí, eso me alegra porque tiene que ver con ese consumo que he realizado de lo que se está publicando en las redes sociales. Es un espacio muy llamativo, un espacio que me reta por la necesidad de estar consumiendo constantemente lo que es tendencia en los medios digitales, y hacerlo desde una visión crítica para valorar cómo se puede llevar a la pantalla.

Proyectos futuros

Son muchos, seguir trabajando las plataformas digitales, atreverme a hacer otros formatos en ellas, yo creo mucho en la posibilidad que nos dan las redes, en la dependencia de los contenidos, y por ahí van los proyectos futuros, en los desafíos del estudio de las plataformas digitales para utilizarlas mejor.

Redes Sociales, ese universo tan rico como contradictorio

Cuando usted mira a las plataformas sociales ¿Qué ve en ellas?

Veo diversidad, veo que cada persona se muestra como es, como quiere verse, y muestra lo que quiere comunicar, busca convertir ese primer llamado de atención en algo útil. Por supuesto que no todos lo hacemos de la misma manera, pero pienso que nos exponemos a vernos tal y como somos en las redes sociales.

El universo que se construye en redes sociales tiene mucho de la realidad, pero también es altamente manipulable, ¿en qué aspectos se basa usted para identificar cuándo una noticia publicada en las redes es sensacionalista u objetiva?

Para identificar las fakes news en las redes sociales se requiere tener, sobre todo sentido común, evidentemente cuando vemos una noticia demasiado efectista tienes que triangular la información, buscar varios medios, ver quién está publicando, de dónde se está compartiendo la información. Cuando es una noticia real simultáneamente los grandes medios la refieren al instante, aunque también es cierto que grandes medios han publicado noticias que no son reales, pero creo que sobre todo no puedes irte con lo primero, que divulgar algo que te parezca insólito, interesante, no sea la primera emoción que te haga darle compartir.

Yo siempre que veo una noticia trato de buscar su trasfondo, ver quién la publicó, por qué lo hizo, de qué sitio proviene, pues si no exploramos bien corremos el riesgo de hacernos eco de una noticia que no es verdadera.   

Usted tiene presencia en Instagram y Facebook ¿Qué objetivos persigue en estas plataformas?

Mi presencia en Facebook y en Instagram tuvo como primer impulso el hecho de formar parte de la tendencia de las redes, es decir, la presión social. Por tal motivo estoy en ellas desde hace mucho tiempo, aunque no publicaba con sistematicidad, porque me tomo muy en serio lo que voy a publicar.

Estoy llevando Instagram con más detalles, publicando videos y estados que tienen que ver con el ámbito laboral, mientras que Facebook lo dejo más para temas familiares. Todavía estoy algo verde en este mundo, al que me ha costado adaptarme, porque vengo del analógico y ya este estado virtual me toma más trabajo y voy tratando de resolverlo y de adaptarme poco a poco, porque sí creo que debo aprender a convivir con esta dualidad.

¿Alguna estrategia que haya decidido seguir para el manejo de las mismas?

Una estrategia como tal no, sí me he acercado a personas que me han aconsejado, que me han embullado a hacerlo, y recientemente formo parte de LYMSocial, por lo que quiero agradecerle a Lilian y a Martha por motivarme, por estar ahí para las consultas, para guiarme y animarme a cumplir la disciplina que se debe seguir en pos de lograr el crecimiento en estos medios.

SI tuviera que ofrecer una recomendación a sus colegas sobre la utilización de las mismas, ¿qué les aconsejaría?

Les recomendaría trabajarlas, en el camino uno va viendo qué le queda mejor y que no. Yo creo que cada uno de manera muy personal es quien debe decidir qué contenido quiere que esté en su plataforma a modo de biografía o de preferencia. La elección es muy personal según las metas y objetivos que busque alcanzar.

Las colaboraciones están de moda en el entorno de Instagram ¿Le gustaría lograr alguna en especial?

Sí, las colaboraciones están de moda y gracias a ellas he podido crecer en estos medios. Creo que este tema también tiene que ver con lo que quieres contar en ese momento, y a cada rato se me ocurren historias que tienen que ver con mucha gente con las que me gustaría establecer ese tipo de conexión. No obstante, quiero desarrollar un poco más mis redes y mis contenidos, porque creo que la persona a la que a la que se lo pida debe sentirse cómoda y motivada con la colaboración que yo le ofrezca. 

LA TAC de LYM

¿Amanecer o atardecer?

–  Definitivamente atardecer, me gusta dormir las mañanas.

¿Frente a Cámara o Detrás de ellas?

– Frente y detrás de cámara.

¿Perro o Gato?

– Me gustan los dos, pero realmente no tengo tiempo para mascotas, el que ellas merecen que se les dedique.

¿Comer o cocinar?

– Comer.

¿Té o café?

–  Té.

¿La Habana o Manzanillo?

– No puedo escoger, sino agradecer a las dos ciudades por acogerme. Manzanillo es mi lugar de origen, mi lugar de distinción, aunque no viva allí en la actualidad. Debo agradecer la plataforma que me da también La Habana, una ciudad de la cual me enamoré a los 4 años. Yo te diría Cuba, sentir que estoy en Cuba es sentir que estoy en casa.

¿Cine o teatro?

–   Depende, el teatro como sala es insustituible, aunque el cine lo pueda ver desde la casa.

Libro favorito.

–  La consagración de la primavera, de Alejo Carpentier.

¿De día o de noche?

–   La noche.

¿Dulce o salado?

–  Dulce.

Un consejo a quien la lee:

–       No te des por vencido, ese es mi principal consejo, no te dejes vencer. Reinvéntate.

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