En un rincón de La Habana, una taza de café se ha convertido en símbolo de conexión, tradición y resiliencia. Arianne Bazar no es solo una cafetería: es la puerta de entrada a un emprendimiento integral que reúne servicios esenciales con un enfoque profundamente humano. Al frente está Tamara Arianna Arias Díaz, una mujer que decidió transformar la nostalgia de los desayunos de su infancia en un ecosistema de soluciones para la comunidad.
En esta entrevista para nuestro blog, nos comparte la historia, los retos y las aspiraciones de Arianne Bazar, un proyecto nacido del amor y la necesidad de hacer la diferencia.
¿Cómo surge la iniciativa de crear un emprendimiento de esta índole?
Romper el hielo de cualquier proyecto es difícil. La idea se gestaba desde hacía meses, incluso ya teníamos algunas incursiones de los servicios, pero por separado. Hasta que vimos la oportunidad de integrar en un proyecto de emprendimiento todos los servicios, donde el cliente encontrara soluciones integrales a sus necesidades.
A finales del mes de octubre y principio de noviembre tuvimos la idea más clara de lo que hoy proyectamos. Arianne Bazar como un emprendimiento integral que busca ofrecer una variedad de servicios diseñados para satisfacer las necesidades cotidianas de individuos y familias. Apostando por una propuesta de valor única, con un enfoque multifacético que abarque desde el bienestar personal, la gastronomía y servicios que promuevan un estilo de vida equilibrado.
Podemos decir que nacimos de la experiencia y el afán de ver un lugar donde podíamos ver reflejado algo tan simple como los desayunos que preparaban nuestras abuelas: una mesa llena de amor y tradición, donde nunca faltaba la jarra de leche caliente.
Quise replicar esa calidez, pero en un espacio físico. Así, el 3 de enero—un mes que muchos evitan por su complejidad— abrimos nuestras puertas en un local rentado, integrando cafetería, lavandería y servicios logísticos. No fue un inicio fácil, pero creímos en la urgencia de ofrecer soluciones reales a nuestra comunidad y activando cada uno de los servicios que hoy acompañan al emprendimiento. La cafetería por ejemplo hoy es una fuente de ingreso directa para financiar y activar el resto de los servicios que ofrecemos.
¿Qué les hace distintos a la competencia?
No somos solo un servicio, somos un ecosistema de servicios con alma cubana, que entiende y responde a las necesidades reales de nuestra gente. No vemos clientes como números, sino como personas con historias, aspiraciones y desafíos. Por eso, ofrecemos soluciones pensadas para todos: tarifas especiales para estudiantes y profesores que impulsan el conocimiento, apoyo para personas mayores que merecen comodidad sin preocupaciones, y un trato humano en cada interacción. Porque más que una empresa, somos una familia extendida que cuida, acompaña y hace que cada experiencia cuente.
¿Por qué el café como protagonista de su proyecto?
El café fue el imán inicial, pero hoy es solo la punta del iceberg. Nuestros buffets para eventos y cakes personalizados son un éxito rotundo y brindan soluciones urgentes a todos los clientes que llegan a nosotros. De hecho, los encargos internacionales nos permiten financiar otros servicios como las compras online y la paquetería.
Imagina: un cubano que desde los Estados Unidos ordena un pastel para el cumpleaños de su madre en La Habana, y nosotros nos encargamos de todo. Esa conexión emocional es nuestro sello y lo que nos distingue como emprendimiento.

¿Qué otras ofertas consideran importantes además del café?
Los servicios internacionales son una de nuestras prioridades. Ya gestionamos paquetería y encargos, pero pronto estaremos en sintonía con las nuevas formas de gestión de emprendimientos donde tener una plataforma online es vital y nos ayudará a que cualquier cubano en el mundo compre productos y consuma servicios esenciales para sus familiares en Cuba.
También ofreceremos asesoría legal para emprendedores, porque muchos tienen ideas brillantes, pero no saben cómo formalizarlas y ponerlas en marcha. Nosotros pasamos por ahí y lo vemos como algo muy importante para encaminar los emprendimientos en Cuba.
¿Cuál fue el primer reto que enfrentó como emprendedora?
Lanzarme al ruedo en enero, un mes que muchos denominan el cementerio de los emprendimientos. Sin un capital inicial sólido, dependí del boca a boca y la creatividad. Por ejemplo, cambié servicios de lavandería por harina para los postres. Hoy, esa resiliencia es nuestra mayor fortaleza: sabemos hacer magia con lo que tenemos en un contexto sumamente difícil.
¿Qué ha significado para usted ser la gestora principal de dicho proyecto?
Soy Tamara Arianna Arias Díaz, fundadora de Arianne Bazar. Este emprendimiento no es solo un negocio, sino una extensión de mis valores y mi compromiso con la comunidad. Cada servicio que ofrecemos representa una oportunidad para aliviar preocupaciones, conectar familias y brindar soluciones reales a quienes más lo necesitan.
Ser la gestora principal de este proyecto es asumir una responsabilidad con propósito: desde ver a una madre encontrar alivio en nuestra lavandería, hasta la emoción de un abuelo recibiendo los medicamentos enviados por su hijo desde EE.UU. Estas pequeñas historias son el reflejo de lo que buscamos: impactar vidas de manera tangible y construir un espacio donde cada persona se sienta atendida, comprendida y valorada. No es solo gestión empresarial, es cercanía, empatía y dedicación.

¿Cómo maneja los días difíciles o la falta de motivación?
La motivación está en el ADN de cada uno de los servicios de nuestro emprendimiento. Esto no es un trabajo, es mi pasión. Cada hora que dedico, cada desafío, es un acto de amor. Ver a una familia reunida gracias a nuestros servicios, o a un cliente sonreír con nuestro café, es mi combustible.
¿Días difíciles? Los convertimos en lecciones y seguimos adelante. No queda de otra opción desde Cuba. O te superas o te rindes, por tanto, no existe permiso alguno para rendirse.
Sueños por cumplir de la mano de este emprendimiento
Sueño con un proyecto que sea referente internacional de emprendimiento social. Sueño con espacios físicos en cada provincia de nuestro país y en ciudades como Miami o Madrid, por decirte algún ejemplo, pero siempre manteniendo nuestra esencia: servicios accesibles, calidez humana y ese toque de tradición que nos une a todos los cubanos.
Y, por supuesto, que algún día un cubano en cualquier rincón del mundo diga: ‘¿Necesitas ayuda? contacta con Arianne Bazar’… Eso sería más que un deseo, una satisfacción.
Lectura sugerida: Fluir al Éxito: Inspiración, Autocuidado y Marca Personal en clave femenina
Es increíble cómo un proyecto puede nacer de algo tan cotidiano y lleno de significado como los desayunos de nuestras abuelas. Me encanta la idea de integrar diferentes servicios en un solo lugar, ofreciendo soluciones integrales que realmente respondan a las necesidades de la comunidad. La cafetería como fuente de ingreso para financiar otros servicios es una estrategia inteligente y sostenible. Además, el enfoque en las personas, no en los números, es algo que debería ser más común en los negocios. ¿Cómo logran mantener ese equilibrio entre la rentabilidad y el impacto social? Me parece que Arianne Bazar no solo es un emprendimiento, sino un ejemplo de cómo los negocios pueden ser un motor de cambio positivo. ¿Qué otros servicios tienen planeados integrar en el futuro?